A menos de 12 horas para verte partir sin saber cuando volveriamos a re-encontrarnos. Sin mucho planificar, pues somos de ese modo, ibamos al paso de lo que trajera la noche. Una visita al “liquor store”, la vieja maravillada de que mi rostro no reflejaba mi edad; punto pa’ mi, y de vuelta al hotel que esperaba ser testigo de una noche llena de pasiones y sin limite alguno.
Encendiste la radio, musica buena, te comenze a bailar despojandome de cada pieza de ropa que llevaba puesta, me mirabas, reias a carcajadas de mis locos pasos de baile y en tus ojos se veia la espectativa cual niño ante un dulce brindado. Cuando solo me quedaban mis interiores “secretos” ya yo estaba frente a la puerta del baño, justo cuando entre, te escuche gritar; “ah, que fallo, pero sigue”. Te dije que saldria pronto y comenzaste a preparar los “amaneceres de tequila”.
Sali del baño lista para matar, con un atuendo rojo transparente y una fragancia que sabia te iba a hipnotizar. Cuan chica de pasarela, modele hasta el medio de la habitacion, al llegar a la orilla de la cama queen, me subi como gatita y con mi coqueteo sin igual, gatie’ hasta llegar justo al otro extremo de la cama donde te encontrabas tu sentado en una silla reclinable y desde donde me extendias mis vaso con su naranja-rojizo del trago.
Al probarlo me queje de que sabia solo a jugo, me advertiste, “cojelo suave, es tequila”. No te hice caso.
Yo solo pensaba en adormecer la tristeza que llevaba oculta tras de mi sonrisa porque al amanecer ya te irias lejos de mi. Me di 2 “shots”, uno tras del otro, y continue tomando del vaso.
Me pediste que te bailara, y gustosa te complaci, esta vez, encima de la cama, te mirabas tan feliz y me preguntaba, estara sintiendo lo mismo que yo, estaba segura que si.
Pasaba el tiempo y comeze a sentir los efectos del tequila y decidi descansar y te pedi que me bailaras tu.
Aun recuerdo el sonido de tu risa... avance hasta el radio hasta encontrar un tono de musica mas sensual porque yo lo ue queria era un show, de esos de “solo para mujeres”.
Me acomode en la silla reclinable y entre tragos te observaba bailar, sensual, mientras te decia que bien lo aces, podemos sacar mucha plata. Te reias, yo te pedi que te quitaras la camisa, lo hiciste de poco a poco dejando expuesto tu vientre de cajita de cervezas hasta quedar sin ella, como me gusta tu cuerpo!
Yo aplaudia, gritaba, te tiraba dolares, tomaba mas tequila, nos divertiamos divinamente. Ahora el pantalon, te grite y del mismo modo y en seduccion te lo fuiste quitando; no se como rayos el pantalon llego sobre mi hasta tumbarme el trago y eso me causo una risa incontrolable y a ti tambien. Corriste a ayudarme a limpiar pero entre nuestors ataques de risa, acordamos en que continuaras bailando. Trate de correr al baño a buscar una toalla para absorber lo derramado y me pude dar cuenta que mi mundo comenzaba a girar. Como tu estabas mas cerca, me la alcanzaste la toalla y la tire sobre el charco y me sente nuevamente a continuar deleitandome de tu show.
Ya la risa se me iba y comenza a verte doble, que bien, dos chicos sexy bailandome y me dio risa nuevamente. Ya la cancion terminaba y fue justo ahi donde me tire sobre la cama como buffet.
Estabamos listos para desatar todo el fuego de nuestras pasiones. Terminaste por quitarte la ultima pieza de ropa que te quedaba exponiendo la antorcha de una victoria segura de ganar.
Mis movimientos y mirada te hicieron invitacion que correspondiste. Comenzaste acariciandome mis piernas, tus manos me llegaron a mis brazos y me subiste abruptamente hasta quedar sentada (creo que ese movimiento brusco no fue buena idea) me comenzaste a quitar el rojo vivo de mi pieza sexy, lentamente, yo sentia que me encendia como BBQ publico en un 4 de julio. Mi pieza de ropa salia lentamente sobre mis hombros y la tiraste con fuerza para un lado de la habitacion, Entrelazaste tus dedos por mis cabellos mientras me mirabas a los ojos, me sujetaste la cara, me besaste tierno y luego con pasion, mientras yo podia sentir ante mi tu inevitable persencia viril justo tocandome la piel.
Lentamente me regresate sobre la cama y sin quitar tus ojos de los mios fuiste deslizando mi diminuto detalle, tambien rojo, lentamente sobre mis piernas hasta sacarlo por mis pies, mi cuerpo se erizaba, lo tiraste con furia hacia un lado.
Tus manos me recorrieron de sur a norte desde mis piernas hasta llagar a mi vientre, seguias mirandome, estabamos a fuego. Acomodaste tu cuerpo al mio, sentia tu calor, tu pasion, tu deseo. Tu boca respiraba junto a mi odio y comenze a sentir que estaba flotando sobre el mar...
...flotaba y el mar comenzo a tener mucho oleaje, que es esto, me pregunte, oh, no!, te di un empujon y sali corriendo al baño.
Me tire al suelo abrazada al trono blanco mientras devolvia todos los “amaneceres mexicanos”. No podia parar , me preguntabas si estaba bien pero no te podia contestar. Con cuidado recogiste mis cabellos y con toda paciencia esperabas por mi.
Al ver que yo no mejoraba y que me puse nerviosa y debil, prendiste la ducha. Con mucho cuidado me levantaste del suelo y me abrasaste, me ayudaste a entrar a la bañera y en un abrazo seguro dejaste que el agua tibia callera sobre mi, de cabeza a pies, los dos juntos abrazados, pero ni aun asi yo dejaba de devolver la tristeza que me habia embargado pero fue justo ahi, en tu abrazo silencioso que senti la tuya.
Cuando ya ni me quedaba alma, me envolviste en toallas, me secaste los cabellos, me llevaste a la cama y me pusiste tu “t-shirt”. Me acariciaste los cabellos mientras me acostaste con ternura y me arropaste, solo me acuerdo que te dije, los siento, y tu me respondiste, “todo es mi culpa”.
Coqueta